Lejos

Pues sí. Ya me fuí de mi casa, y ya no veo las mismas jetas de siempre, aunque "siempre" ya no es lo que era. Entonces...

Todavía no estoy segura de qué o a quién es lo que/a quien en realidad extraño. Pienso en mis ex-lugares cotidianos, en las caras, los perritos de la casa, los sonidos, del panadero, del vende-esquites, del borrachito, con todo y su olor. Pienso en las recurrentes preguntas de la vaga memoria de mi abuelita, mis repetitivas respuestas; responder igual a las de la tía-abuela, pero en tono más alto y en su oído "bueno"; salir al patio a telefonear y no descuidarte del Max, porque te orina; escuchar tronar y ver el día oscurecerse, pero esperar a que caiga la 1er gota para salir corriendo a meter la ropa.

Aburrirme de enmimismarme, ir a donde mi mamá y hacerle bolita, ver lo que ve en la tele, platicar, salir con ella, olerla y escucharla, no precisamente platicarle "todo", ya que no lo mastica igual...  Pero yo sí la puedo escuchar, al fin de cuentas, sólo nos tenemos la una a la otra.

Mi papá me extraña, y sufre en sí. Soy inevitablemente, su bebé, y el miedo de faltarle, lo fulmina. Mi hermano se es autosuficiente sin mí, incluso para reír y joder. Irónicamente, creo que a él lo extraño más. Creo.

También a mis mascotas, incluso sus miradas, sus ladridos y sus colas locas. Mis primos me hacen sentir muy bien, y quiero verlos. Sip, a ellos también y esa simplicidad de la vida, de reir solo con ése fin. Mis amigas, que pasan cosas que no deberían pasar solas, me hacen falta.

Hace días, tampoco platico nada, a nadie, "a menos"... No necesito a nadie de los que tengo cerca, y como que ya me era costumbre ser sin pensar, hablar y dar por entendido que era comprendida, al menos bien descifrada o inferida. Hoy sé que cada punto y coma salidos de mi boca, significan eso, y nada más. Tampoco alguien va más allá. (Casi) nadie tiene la apertura que yo tampoco tengo, lo peor es que ni me importa. A veces desearía tenerla, pero al final, me ahorro la energía, y dejo las cosas como están. Tal vez esté mal, y estoy negativamente programada.

Admito, hay "tragos dulces" aquí, hay entes nuevos, que todavía no descifro, pero auguro me serán relevantes, importantes, y eso es un aliciente. Son un agradable plus que estoy volviendo cotidiano aún.

No sé si sea bueno, o sea malo, o si tenga que ser "algo"; hago lo que quiero, cuando puedo, y haré más, en cuanto pueda. Hago, antes que nada, lo que tengo que hacer.

Y fuera de lo que siento, por default, y que me es indsipensable y suficiente para vivir, no siento nada más.

Sí me río, pero no me alegro.

Me entristezco y añoro, pero no sufro.  No aún.

Y ya ni sé qué me motivó a divagar aquí.

Me estaré volviendo frígida emocional? Más?

Debe ser cuestión de tiempo.

Ash, yo que sé.

Fin.

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